lunes, 23 de noviembre de 2015

PNL y MEDIACIÓN



Por M. en D. Mario Alberto Montaño Delgado.


Tus creencias no están hechas de realidades,
más bien, tu realidad está hecha de tus creencias. 
Richard Bandler.


CONTENIDO.
El ser humano, un ser dinámico.
Crisis, oportunidad y PNL.
Aprender, desaprender y volver a Aprehender.
Aplicación de la PNL en la mediación.







El ser humano, un ser dinámico.
Afirmó Jean Paul Sartre que el hombre “es una nada”, también “que es aquello que hace con lo que hicieron de él”, este pensador francés, significó con estas dos frases, que el ser humano no es algo predeterminado, pues a diferencia de “las cosas” o los demás seres vivos, de los cuales sabemos de antemano su utilidad o bien su forma de desenvolverse y los extremos de su existencia; el ser humano es impredecible, pues dotado de voluntad e inteligencia, constituye todas las posibilidades, las más diversas y extremas inclusive; el humano por tanto, además de libertad para encontrar su “ser”, único e irrepetible, necesita relacionarse ya que solo de los demás adquirirá un lenguaje, educación, gustos y aficiones, en suma, la sociedad le otorgará una cultura, es cierto que en este sentido el hombre es predeterminado por la sociedad sin embargo, la tesis Sartreana resuelve esta circunstancia afirmando que aún con ello, el despliegue de la voluntad propia, otorga al ser humano, su esencia más que cualquier otra cosa o circunstancia.
Libertad, sociedad y cultura, entre otros satisfactores, le permitirán al ser humano, en la mayoría de los casos , desenvolver sus capacidades, sin embargo, relacionarse humanamente significa en un sentido pragmático, “transigir”, negociar, convenir, acordar, lo que presupone estar consciente del prójimo y de sus necesidades. Este transigir, es fuente inagotable de crisis, de tensiones que pueden terminan por limitar el desenvolvimiento de las personas o bien por detonar y afinar sus habilidades sociocognitivas.
Crisis, oportunidad y PNL.
De sobra conocemos que una forma ancestral de resolver las transacciones entre las partes inmersas en un conflicto, siempre lo ha sido, acudir con un tercero ajeno a la controversia que puede o bien tomar una decisión para  imponer la solución última (heterocomposición) o bien impulsar acuerdos ventajosos y amigables para ambas partes (autocomposición).
Asimismo estamos conscientes que los acuerdos asumidos desde una postura cooperadora presentar innumerables beneficios, tanto para los involucrados como en última instancia, para la consolidación de un estado de derecho a través de la pacificación social.
Es precisamente el logro de las posturas cooperadoras lo que define el excelso arte del mediador, conseguir que las partes conflictuadas encuentren en su contraparte, no un adversario sino un cómplice en el mejor sentido de la palabra, conlleva arribar a la conciencia de que la crisis nos ofrece una oportunidad de crecimiento, de cambio, dinámicas que de suyo son evolutivas y por tanto  humanas. A efecto de lo anterior, la técnica mediadora, se vale de una serie de herramientas y  métodos para elevar la calidad de argumentación y análisis del conflicto, dentro de las cuales podemos contar a la Programación Neurolingüistica, habida cuenta que esta disciplina, constituye una verdadera estrategia de comunicación y desarrollo personal y solo por ello, dicha disciplina justifica su inclusión en el despliegue de la estrategia pacificadora, pues no resulta fácil en nuestra cultura occidental, concebir al conflicto como un factor de crecimiento, sin embargo, la PNL ha demostrado que es posible  alcanzar nuevas concepciones en el ámbito de lo humano o como dice Michel Onfray:
“Cuanto menos practiquemos la cortesía, más difícil se hace llevarla a cabo. Y al contrario, cuanto más nos dediquemos a ella, más eficiente será su funcionamiento. El hábito implica el adiestramiento neuronal.”
Rescatamos de la cita anterior, la posibilidad de adiestrar el pensamiento, de programarlo, fundamento y razón de ser de la PNL, además del objetivo de adiestrarlo para vivir mejor, pues eso es la cortesía.

Aprender, desaprender y volver a Aprehender.
¿Qué es la mediación sino un método para arribar con la ayuda de un tercero especializado, a esos acuerdos eficaces que mejoren la vida?, ¿podría lograrse ese objetivo sin un proceso de trabajo reflexivo?.
Demos por sentado que  la reflexión y el análisis de un conflicto, demanda comprenderlo, en sus causas y consecuencias, esto explicaría al mediado, el estado actual de su relación conflictuada; esto significaría en mi concepto, aprender en el sentido pedagógico más cabal del término. Pero de nada sirve conocer las causas y consecuencias de nuestra relación sino desaprendemos, lo que implica en sí, el cambio de una costumbre por otra, mas sociable, humana, formativa y provechosa, justo como lo aconsejo  el filósofo cordobés Lucio Anneo Séneca.
“El cuerpo nos está pidiendo otras opciones, otras formas de ser, otros sentimientos, otros pensamientos, otras acciones, un nuevo repertorio. La PNL es desaprender y volver a aprender”.
La mayor utilidad del la PNL en mi área de trabajo, acaso radica precisamente en ayudar a.    visualizar nuevos paradigmas, más amables, éticamente sustentados, eficaces para los usuarios y no menos importante resulta, la PNL para la propia auto contención del mediador, quien como parte de su trabajo, está el conservar un estado emocional óptimo para el abordaje de los asuntos que la agenda demanda.
Aprehender en este contexto, implica conocer discursiva e intuitivamente  el resultado de la reconstrucción de la relación, es decir, vivir el objeto de nuestro conocimiento, asirnos de las nuevas experiencias, macerar el resultado del análisis del conflicto y de la reconstrucción de la relación, de ahí la importancia de que el mediador habrá la posibilidad de nuevas sesiones de mediación “post convenio” con el objeto de ajustar de ser necesario, tanto el entendimiento de las experiencias vividas a partir de los pactos, como ajustar los acuerdos para volverlos más eficientes. Al final, las ventajas de una constante revisión de la relación promueve los innumerables beneficios de la autognosis socrática, cuestión no menor en un contexto socioeconómico “distraído”  en esencia.

Aplicación de la PNL en mi área de trabajo.
A manera de corolario de lo anteriormente expuesto, enunciaré la utilidad concreta de la PNL en la dinámica mediacional, a través de la siguiente formula.
LA PNL APLICADA A MI ÁREA DE TRABAJO PERMITE:
1. Comprender cómo es que los mediados y el mediador seleccionan las ideas y acciones para arribar a determinados resultados.
2. Permite teorizar (fase de los Procesos Científico y Filosófico) acerca del origen de los comportamientos desde la perspectiva neurológica: esto es desde la visión, oído, tacto, olfato, gusto o sentimiento. (Considerando que todo nuestro proceder es el resultado de procesos neurológicos).
3. Dimensionar la trascendencia del lenguaje y su impacto en la esfera conflictiva, de ahí la necesidad de depurarlo y que el mediador se afane en el uso de las técnicas que dan cauce a las expresiones.
4. Ampliar los recursos de que se pueden valer los mediados para mejorar su propia vida y la relación misma con los otros.
5. Detectar el proceso de diseño de su mapa para modificar ese proceso y crear nuevos mapas de acuerdo al territorio y a sus finalidades últimas.
6. Entender la postura de los mediados respecto al conflicto a través de estas 4 fases de aprendizaje: A) No sé que no se.  B) Ya se que no se. C) Se lo que quiero y lo estoy haciendo.  D) La mejor acción surge automáticamente.
7. Permite la autocomprensión y motiva el autoconocimiento, requisito indispensable para la mejor toma de decisiones.
8. Ayuda a elevar el nivel de argumentación en el debate mediacional.










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